domingo, 19 de febrero de 2017

DECÁLOGO DEL MOVIMIENTO PROGRESISTA

DECÁLOGO DEL
MOVIMIENTO PROGRESISTA

1.    CREER en el ser humano como la máxima expresión del universo y defender el planeta tierra como su hábitat natural.
2.    LUCHAR por la democracia.
3.  INDIGNARSE frente a la injusticia, la intolerancia, el autoritarismo y el abuso de poder.
4.    DEFENDER el estado de derecho y de justicia consagrado en nuestra Constitución Nacional.
5.  AMAR incondicionalmente a la Patria (su historia, su gentilicio, sus tradiciones, costumbres, sus símbolos).
6.  VALORAR el trabajo productivo con profundo sentido ético.
7.    REIVINDICAR el diálogo y el debate de las ideas como la más excelsa forma de solución a los problemas nacionales.
8.    RESPETAR la palabra comprometida y la ética individual como el principio superior de la Moral Republicana.
9.    COMPROMETERSE a enfrentar todas las formas de exclusión política, racial, de género, de clase, de distribución de la riqueza, entre otras, pues atentan contra el ser humano y su diversidad.

10.                     RECHAZAR la guerra, la violencia, la imposición y el pensamiento único, como formas de perpetuarse en el poder o de solución de los conflictos entre los pueblos.

MPV- DEMOCRACIA PROGRESISTA:

MPV- DEMOCRACIA PROGRESISTA:
El MPV es una fuerza progresista, expresión de la izquierda plural por lo que hace una clara opción preferencial por los más vulnerables, en especial, por los niños, adolescente y jóvenes, por los discapacitados, por los pobres, por los enfermos, por los de la tercera y cuarta edad. Nuestra organización respeta y valora la diversidad y trabaja por la instauración de un nuevo modelo democrático y una nueva forma de hacer política en nuestro país. El “chavismo” resulto ser una burda falsificación de las ideas de la izquierda; el socialismo del siglo XXI termino siendo una mala copia de lo peor del stalinismo del siglo XX. Los hombres y mujeres aquí agrupados creemos que se trata de evolucionar, de mirar hacia delante, de imaginarnos el futuro, de ser progresistas. Es preciso que la sociedad venezolana supere de una vez por todas tanto la democracia de antaño como la decepción colectiva que ha significado la experiencia “chavista- madurista”.
En tal sentido, nos planteamos la necesidad de rescatar la institucionalidad, hoy pérdida, sobre todo la del poder judicial, ineficaz, partidizado, sometido a los intereses y designios del Ejecutivo Nacional y corrupto como nunca antes en la historia del país. Con una justicia así no tendremos paz, futuro ni progreso. Para nosotros es fundamental reconstruir el estado de derecho y de justicia, así como hacer respetar la Constitución Nacional.
Es preciso el regreso de los militares a sus espacios naturales, queremos una Fuerza Armada patriótica,  democrática y eficiente, sometida al poder civil y a la ley, cumpliendo las funciones que le asigna la Constitución y no las que le imponga un partido político o el presidente de turno.
Estimamos inaplazable una lucha a fondo, en varios frentes, contra la violencia y el crimen, para que esto ocurra es preciso convocar un gran acuerdo nacional del que participen, sin exclusiones, todos los sectores del país, que incluya el saneamiento de todos los cuerpos de seguridad, programas de prevención del delito, ataque y control de la delincuencia organizada, depuración del sistema carcelario y planes de formación ciudadana. Hoy, ¿quién lo duda?, los que aquí vivimos somos rehenes de los violentos y de los criminales. Estamos convencidos que se puede derrotar al hampa, que podemos vivir en paz, pero para que esto sea posible es necesario una clara voluntad política por parte del presidente de la república y simplemente no la hay.
Es necesario recuperar nuestra dignidad como ciudadanos venezolanos. La patria hoy necesita la revalorización de su mayor riqueza que son sus ciudadanos. Para ello el nuevo modelo educativo debe propugnar las bases de una sociedad democrática, justa, equitativa, que desarrolle el potencial creativo necesario para consolidar un país con un alto desarrollo científico-tecnológico capaz de encontrarse con el resto de la humanidad. Estamos obligados a una educación para la vida, para la paz, para el trabajo honesto. Tenemos que formar un ciudadano con ética, con altos valores humanos, solidario y comprometido con la patria. La educación debe ser inclusiva, de alta calidad, humanística que se oriente a la transformación productiva del país. EDUCACIÓN Y TRABAJO son pilares fundamentales de la nueva Venezuela.
En materia económica, trabajaremos por una economía productiva y democratizada, que supere el carácter extractivista y la dinámica rentista que hoy marca nuestra actividad económica,  en la que la iniciativa privada tenga un rol importante, que se afinque en la cultura de trabajo y que use el petróleo y las otras fuentes energéticas como palancas de desarrollo, en especial, para la industrialización. El aparato económico debe ser revitalizado, reorientado a una economía productiva para el bienestar colectivo nacional, donde los niveles de producción permitan superar los problemas de escasez y desabastecimiento, procurando dentro de sus máximos objetivos un desarrollo sustentable que respete el medio ambiente, con un solo sistema cambiario que le dé un valor real a nuestra moneda, que facilite la  disminución progresiva de los índices de inflación con una gestión pública transparente que rescate el valor del pueblo contralor.
En lo atinente a infraestructura y servicios públicos es menester poner en marcha, con urgencia, un plan nacional de rescate de estos servicios, que eleve la calidad de vida de los venezolanos. Es indispensable enfrentar con urgencia la desastrosa situación de las carreteras y autopistas del país, reactivar los planes de generación y distribución del sistema eléctrico nacional, así como rescatar la cultura del mantenimiento preventivo, aprovechar de manera real y eficiente el uso de nuestros satélites para hacer más efectivo nuestro sistema de telecomunicaciones, reimpulsar el plan de construcción de viviendas con normas de urbanismo y la participación del sector privado. Al frente de estas tareas deben estar nuestros mejores especialistas sin importar para nada su afiliación política.  En materia de salud y calidad de vida, es necesario impulsar y consolidar un SISTEMA PUBLICO NACIONAL DE SALUD, orientado por los cuatro principios de la Atención Primaria en Salud, es decir que cuente con atención médica integral, prevención primaria y secundaria, promoción de calidad de vida y salud y educación para la salud (tanto a nivel hospitalario como ambulatorio) y  que responda al imperativo ético de satisfacer las necesidades sociales de la población. Precisamos de un sistema público de salud que sea de carácter intersectorial, descentralizado, participativo Integrando así todas las estructuras, órganos, programas y servicios del actual sistema fragmentado, que este regido por los principios de gratuidad, universalidad, integridad, equidad, integración social y solidaridad, como reza la Constitución.
En materia de relaciones internacionales, abogamos por una política exterior independiente que promueva la multipolaridad y la integración con otras naciones de América latina y del Caribe, que luche contra los últimos vestigios del colonialismo en el mundo y que ayude a los exportadores venezolanos a vender sus productos en el extranjero.
Venezuela vive hoy la peor crisis política, económica y social de toda su historia, la escasez y el desabastecimiento, la inflación, la violencia e inseguridad, el colapso de la salud y los servicios públicos, la pérdida de valores y principios,  así como la arbitrariedad, el autoritarismo, la corrupción y la ineficacia enquistados en el gobierno nacional liquidaron cualquier posibilidad de entendimiento y la probabilidad de desarrollo democrático.  Hoy más que  nunca, es necesario poner en tensión a todas las fuerzas democráticas del país, para que, en medio de la diversidad y en el marco de la UNIDAD democrática, podamos superar entre todos la dramática situación que vivimos y disipar de una vez por todas las sombras que se ciernen sobre las futuras generaciones. Este gobierno no solo dilapidó los inmensos recursos producto de los altos precios del petróleo en el mercado internacional sino que, además pretende, de manera absolutamente irresponsable y por la vía de la deuda pública, hipotecar el futuro. Hay que salir de Maduro para detener su afán de destruir al país y para eso es necesario buscar el mecanismo constitucional más expedito  que nos permita lograrlo. Para esa tarea, el pueblo Venezolano puede contar con los hombres y mujeres del MPV.
VENEZUELA NECESITA UN NUEVO PRESIDENTE Y UNA NUEVA DEMOCRACIA, LA DEMOCRACIA PROGRESISTA. 

ESTATUTOS MOVIMIENTO PROGRESISTA DE VENEZUELA MPV